lunes, 22 de septiembre de 2014

Como se mueve el corazón en la bicicleta

El ciclismo es un deporte preventivo que podría ahorrarnos futuras visitas al médico, se confirma que el pedaleo diario mejora la capacidad del organismo para revitalizar las defensas y evitar infecciones, nos ayuda a bajar los niveles altos de colesterol, incrementa la capacidad pulmonar y puede evitar dolores de espalda. Lo importante no es hacer 300 km una vez al mes, unos 20 minutos al día al ritmo que podamos son suficientes. 

El ciclismo no sólo mejora la salud a corto y medio plazo: también alarga la vida. Estos son algunos de los beneficios que obtenemos si hacemos de la bicicleta nuestra amiga inseparable:

  • Sistema circulatorio: El ciclismo reduce el riesgo de padecer un infarto de miorcardio. Al pedalear, el ritmo cardíaco aumenta y la presión baja, así que el corazón economiza energía y se desgasta menos. Por si fueran pocas las ventajas, también se reduce el colesterol “malo” (LDL) y disminuye el riesgo de trombosis.


  • Sistema inmune: Practicar ciclismo regularmente estimula la producción de compuestos químicos que mejoran el estado de ánimo, provoca situación de bienestar y revitaliza las defensas naturales del organismo.


  • Articulaciones: Unos 20 minutos diarios de bicicleta repercuten positivamente en los huesos, especialmente en las articulaciones de las rodillas. Además, el ciclismo previene el riesgo de contraer artrosis.


  • Musculatura: Una persona entre 45 y 80 años puede aumentar hasta tres veces su vigor muscular si monta una hora en bicicleta. La razón es el estimulo del metabolismo de las grasas que se produce a partir de los 50 minutos de pedaleo.


  • Espalda. La bici es una excelente herramienta para paliar los dolores de las vértebras, ya que el movimiento de las piernas fortalece notablemente la zona lumbar y previene la aparición de hernias discales. A su vez, el pedaleo fortalece la musculatura de la espalda y mantiene la columna vertebral protegida de vibraciones y golpes.